El/la Psicomotricista (extraído de http://edupsicomotricidadinfantil.blogspot.com.es )
El psicomotricista es el profesional que se ocupa
de abordar a la persona, sea cual sea su edad, a través de la expresión corporal
y el movimiento, mediante los recursos específicos derivados de su formación. Su
intervención va dirigida tanto a sujetos sanos como a quienes padecen cualquier
tipo de trastorno, limitación o discapacidad, y su trabajo puede desarrollarse
individual o grupalmente, en calidad de profesional libre o integrado en instituciones educativas o socio-sanitarias.
Sus competencias se concretan en los siguientes ámbitos e
intervención:
Diagnóstico: para la comprensión global de la
persona mediante la aplicación de instrumentos específicos de valoración, como
son el balance psicomotor y la
observación psicomotriz.
Prevención: Para detectar y prevenir los
trastornos psicomotores o emocionales en
poblaciones de riesgo y durante las diversas etapas de la vida, desde la
infancia hasta la 3º edad.
Educación: para facilitar la maduración psicomotriz en el marco curricular del centro
educativo.
Intervención:
como forma de actuación sobre trastornos psicomotores del desarrollo y alteraciones
emocionales y de la personalidad, en
función de un proyecto terapéutico realizado sobre la base de un
diagnóstico.
Formación,
Investigación, Docencia: Cuya finalidad es la capacitación para el desarrollo de la
actividad profesional, la profundización
en sus ámbitos de competencia y la transmisión de los contenidos ligados a esta
práctica.
El Psicomotricista tiene que reunir algunos
aspectos para su correcta función, y quiero resaltar dos que a mi entender son
de gran relevancia por lo que al niño puede transmitir:
1- El
cuerpo del Psicomotricista
El cuerpo del Psicomotricista es un verdadero organizador
para el niño, tal como lo fué el cuerpo primordial de su madre en sus primeras
experiencias con el mundo exterior. Es un objeto de identificación y un escenario sobre el cual el
niño puede proyectar sus fantasías. Désobeau (psicomocitrista francesa), dice que el cuerpo
positivo es el cuerpo revelado por el otro, de lo cual nace su potencial de
riquezas sensoriales y su potencial de acción. También señala que "El niño vive intensamente el cuerpo del terapeuta y puede
identificarse con él a través de las
actitudes que él toma y él recrea, lo que le permitirá alcanzar algún día su
propia identidad".
El
proceso de identificación con el adulto
comienza a partir de un conjunto de estímulos: la presencia, el rostro, el
gesto, el desplazamiento; los que forman complejos significativos en los cuales se proyecta el
niño.
2-
La actitud del psicomocitrista
"Soy mirado, luego
soy", dice Winnicott, y
señala que en el desarrollo emocional, el precursor del espejo es el rostro de
la madre. Si la función materna es la adecuada, el bebé se refleja, se ve en el
rostro y en la mirada de la madre. La calidad
de la mirada del otro, en nuestro caso, la mirada del terapeuta psicomotor, legitima, da credibilidad, espacio y tiempo para
experimentar. Si nuestra mirada no humilla, no
critica, no fiscaliza, no va a significar al otro desde la impotencia.
Si nuestra mirada acepta, permite, sostiene, espera,
valora y alienta, le da al otro el espacio para ser en su
cuerpo.
Cuando Winnicott habla de las funciones maternizantes (a nivel metafórico) que el
terapeuta debe poder brindar a su paciente, se refiere a una actitud terapéutica
de respeto, continuidad, sostén, cuidado, sintonizada con las necesidades del
paciente. Y que no supone de ninguna manera, la simpatía, el consejo, ni la
condescendencia. Ser empático también puede significar conectarse
con las necesidades de frustración y de límites. Un aspecto importante de esta actitud terapéutica es no ser
intrusivos. Siendo empáticos nos conectamos con la necesidad del
paciente. Siendo intrusivos nos
conectamos con nuestra propia
necesidad.
En una sesión de psicomotricidad, el Psicomotricista tendrá en cuenta las
siguientes cuestiones:
- Tendrá que desempeñar varios
papeles durante las sesiones y tras
ellas.
- Hará de observador de todo
lo que pasa en la sala durante la
sesión
para, de forma sistemática y
lo más objetiva posible, evaluar los alumnos, su actitud, comportamiento, actividades, participación, conflictos, etc... e ir
registrando los aspectos mas significativos para posteriormente, ir trabajándolos.
- Será en un primer momento,
el guía de la sala hasta que los alumnos se familiaricen con
ella.
- Hará de árbitro y tamiz, de
los conflictos que vayan surgiendo, recordando las normas, vigilando que se
cumplan y amonestando al que no lo haga. Si surgen disputas propondrá juegos de
transformación para que se libere la tensión de forma
ajustada.
- Es muy importante que el
psicomocitrista y los tutores de los
alumnos estén coordinados y que trabajen en
equipo.
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